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Crecer con la Memoria

Saberes del Escambray villaclareño

 En la montaña villaclareña están garantizados los recursos para iniciar un proceso docente-educativo de calidad, incluso dos niños débiles visuales que residen en este lomerío recibieron una máquina Braille para continuar sus estudios.

Texto y foto- Lourdes Rey Veitia

En lo más intrincado del macizo Guamuhaya, en el Escambray villaclareño, donde el horizonte lo matizan empinadas montañas y pendientes senderos diecisiete escuelas, pequeñas muchas, pero todas con la bandera tricolor escoltando el busto del maestro, adornan la geografía del lugar. Eran hasta hace varios años atrás en que se decidió tomar la necesaria medida de reorganizar los planteles, 62 los colegios en toda la zona con matrículas entre uno y cinco estudiantes. En nombre de la racionalidad se creó en el poblado de Jibacoa, municipio de Manicaragua, en el mismo corazón de este lomerío, el Centro Interno Mártires de Chile, que acoge también alumnos externos y seminternos del área. Este curso estudiarán allí 187 niños, veintidós serán discípulos internos, ocho de ellos de los primeros grados. “A los más pequeños les damos atención diferenciada, hay que crearles hábitos de vida, velar de manera constante el aprendizaje teniendo en cuenta que durante la semana no cuentan con el apoyo familiar”, explica la Msc Arelys Hurtado Anido, directora del centro educacional. También aclara que están garantizadas todas las condiciones para la estancia del alumnado, “tenemos capacitado el personal no docente que los atiende, comida de calidad, merienda, leche, avituallamiento, muy cerca se halla el hospital de la localidad para cualquier dificultad, transportación, contamos con una brigada artística, áreas deportivas, computadoras, videos, televisores… y sobre todo, maestros con reconocido prestigio”, precisó. El máster Lester Guevara Alfonso, director de educación en el municipio, explica que la matrícula de la zona este curso es de 893 alumnos distribuidos en quince escuelas primarias, un centro mixto (primaria y secundaria) y un círculo infantil, aclaró también que la reorganización escolar es anual, “en esta ocasión, por ejemplo, no fue necesario abrir un plantel que funcionó el pasado año. Asimismo dijo que en estos centros se ubican los docentes más preparados del territorio, a los que se les garantiza la transportación -por tierra en una guagua y en una lancha por la ribera del Lago Hanabanilla-, la cual también transporta a los educandos. Las escuelas recibieron, de acuerdo con las posibilidades, mantenimiento de pintura y otras acciones constructivas. Algunos cuentan con antenas satelitales, paneles solares, todos con medios audiovisuales”, puntualizó. Los dos príncipes del Escambray La vocación martiana de René Alonso Pérez hizo que su aula en el Centro Mártires de Chile llevara el nombre de uno de los poemas del Apóstol: Los dos príncipes. Educador de más de cuatro décadas de experiencia, hace ocho años tuvo que crecerse ante el acertijo de darle clases a una alumna ciega. Maestro al fin decidió enseñarla. “Aprendimos los dos porque comencé a recibir clases de Braille para poder explicarle los contenidos. Luego ella pasó a una escuela especial”, recuerda. Un año después dos niños débiles visuales de Jibacoa iniciaban la primaria y surgió la idea de crear allí un aula especial, René sería el profesor. “Ellos ven el mundo a través de sus manos. Cuando me di cuenta de esa habilidad empecé a crear mis propios métodos de enseñanza, por ejemplo, para que comprendan las unidades de medidas me auxilio de un listón de madera, lo divido en centímetros con ranuras, los decímetros los profundizo más, igual el metro, logran diferenciar las longitudes. Las provincias cubanas las reconocen a partir de un rompecabezas, las partes del cuerpo humano se las enseño con el suyo propio. “Son muy buenos en cálculo, procedimientos escritos, expresión oral, computación, saben estenografía -asignatura que les servirá para escribir con rapidez en la secundaria básica- además resultaron campeón y subcampeón de atletismo en el país el pasado año, están integrados a la sociedad”. Este 5 de septiembre Jesús y Joviel, los dos príncipes del Escambray, tienen una sorpresa, inician el sexto grado con una máquina Braille que el Estado cubano pone a su disposición allí en la cima más alta, casi inaccesible, del centro de la Isla. Ante la noticia los rostros de estos niños se iluminaron y parecían ver la luz que resplandece desde el lomerío

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