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Crecer con la Memoria

Periodista , profesión de honor

Periodista , profesión de honor

 

Por Lourdes Rey Veitia

 

Ser periodista es una pasión. Es una profesión de honor. Es el misterio de buscar, encontrar, analizar  y decir después.

 Para los que  optamos por esta  arriesgada profesión sabemos que no se descansa nunca, que es un constante desvelo. Me he sorprendido soñando con el próximo trabajo, y sin importarme la madrugada levantarme y escribir  las primeras notas de un reportaje, sin saber siquiera  si se aceptará.

He estado en cumbres, visitas de dignatarios, congresos, coberturas  de primer nivel y no por eso he sido más feliz que cuando estoy en medio de ciclones, lluvias, en  intrincadas montañas, en una peligrosa maniobra militar, o en una simple entrevista a un obrero; siempre lo confieso he sido feliz con la agenda, la pluma y aquellas pequeñas lecciones de taquigrafía que un día aprendí con mi abuelo.

Ser periodista es no dormir, es  sufrir cuando la cuartilla se nos queda en  blanco, es tener por días un extraño sobresalto por no clasificar en una edición, es desarrollar un olfato especial para descubrir la información, es ser casi detective, es morirse con la verdad, aunque algunos no lo entiendan, pero no importa, el tiempo nos dará la razón.

 Por ser periodista se posponen muchos proyectos, incluso personales, porque la noticia no espera, el reportaje está ahí y la inmediatez es lo más importante y eso sucede casi cotidianamente. No importa que ese sobresalto al hacer dure solo  algunos días o quizás horas,  el tiempo exacto que invertiste para construir el reporte, es al fin y al cabo una magia contagiosa que desborda la pasión para hacer el milagro y eres tú, contigo misma, en confidencia entrañable con el encantamiento de entregarse y  darte a los demás.

El periodismo es savia que alimenta el alma de quien lo practica, Martí no pudo vivir sin él y lo convirtió en mejor soldado,   el Che lo llevó consigo y fue guerrillero de fila, Fidel lo hace aun y con él dice sus verdades irrefutables al mundo. Nos toca, a los que andamos en estos caminos, seguir  en la búsqueda de  la verdad y no dejar que nada entorpezca la decisión que un día tomamos de  hacer de esta profesión nuestra pasión y nuestro honor.

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