Jessica y Libertad cantan Gloria al bravo pueblo
Jessica y Libertad cantan Gloria al bravo pueblo…
Ellas dicen que el SI representa estar al lado del Socialismo, de frente a América, cada vez más cerca de lo que es Cuba y Fidel para el mundo y junto a los más pobres.
Por Lourdes Rey Veitia
Yéssica y Libertad están felices. Por estos días han dejado el cantar el reguetón de moda para entonar su himno. Sobre todo el comienzo se les escucha muy fuerte – Gloria al bravo pueblo… Ambas son venezolanas, viven en la ciudad de Santa Clara; acompañan a sus padres quienes se preparan como médicos especialistas.
En ellas, sólo algo en la entonación al hablar delata su origen, no tienen grandes diferencias con Marcia, Marta o Claudia, sus amigas cubanas. Cargan sus libros y sus esperanzas en una mochila de Artex, sus pasos los dan con las zapatillas de la tienda más cercana, visten los uniformes de las escuelas de la Isla. Incluso son pioneras, una lleva pañoleta roja y la otra el distintivo que dice Che.
“Cantamos nuestro himno porque Venezuela está de fiesta y porque ustedes los cubanos se sienten alegres también por el triunfo. Papá y mamá fueron a votar por el SI. Nosotras nos quedamos con las maestras y los vecinos para no perder clases. Aquí nos cuidan mucho para que ellos cumplan con su deber”.
Los padres de Yéssica y Libertad -los doctores Omero Ortega y Zenaida Beltrán- se forman como especialistas en los centros clínicos docentes de Villa Clara, él como anestesista y ella como patóloga. Estas niñas a su vez asisten a la Secundaria Básica Fe del Valle y la primaria Osvaldo Socarrás de la ciudad de Santa Clara, ubicada a 300 kilómetros de la capital cubana.
“Ser pioneras ha sido una experiencia hermosa por eso expliqué en mi escuela que esta victoria del SI en mi país significa estar al lado del Socialismo, de frente a América, cada vez más cerca de lo que es Cuba y Fidel para el mundo y junto a los más pobres”, dice Yéssica - la mayor- con la madurez que da la vivencia de conocer varios contextos y con la confianza de que Cuba y Venezuela son la esperanza de América.
Libertad - la más pequeña- como si jugara con su nombre habla de que con la Revolución Bolivariana su Patria fue libre. “Ahora puede serlo más. Mis padres me explicaron que ese SI representa seguridad para el pueblo, bienestar, tener siempre el futuro junto a Chávez”, agrega y sonríe con la ternura que da el placer de vencer.
Estas niñas hablan con la ingenuidad de sus escasos años, pero la expresión de satisfacción de sus rostros le dan una autentica certeza a lo que expresan.
“Tenemos trece y once años, entendemos todo lo que sucede en el proceso revolucionario bolivariano venezolano, es más lo apoyamos, lo que somos muy chiquitas y todavía la Constitución no nos permite votar, sino hubiéramos marcado una cruz por el SI”, en efecto no hay dudas, ellas han gravado en sus memorias convicciones que llevan implícita la lógica de la verdad.
“Nos gusta Cuba, solo porque este país es solidario y los vecinos son como familias nuestros padres nos dejaron por estos días, saben que estamos seguras. Cuba es un lugar muy tranquilo, los maestros son muy buenos, los amigos son especiales, papi y mami pueden estudiar con confianza, concentrarse. Somos felices todos aquí”, asegura Yéssica.
“El día que regresemos a Venezuela vamos a extrañar mucho, sobre todo yo la pañoleta”, afirma Libertad y en esas palabras hay una nostalgia anticipada mezclada con un profundo sentido de pertenencia.
“Cuando mamá y papá lleguen vamos al Mausoleo del Che, esa será nuestra manera de celebrar la victoria aquí en Cuba, ellos nos han enseñado que ir hasta allí es como visitar la estatua de Bolívar que está en Caracas o la de Martí en La Habana, por lo pronto nosotras seguimos cantando el himno”, y comenzaron a entonar al unísono Gloria al bravo pueblo… se les escuchaba muy alto, tanto como para que sus padres las oyeran allá en el Estado de Táchira en el municipio de San Cristóbal, en la misma cordillera de Los Andes donde viven.
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