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Etanol a partir de residuales de la caña de azúcar

Por Lourdes Rey Veitia

“La escasez  de los combustibles fósiles no solo afectará las fuentes de energía, sino también la de productos químicos, por lo que la  obtención de estos últimos y de energía a partir del uso de la biomasa debe realizarse con prioridad”, afirma el Dr. Cs Erenio González Suárez, profesor titular de la Universidad Central de Las Villas (UCLV), quien ha  estudiado cómo elaborar etanol a partir de los residuos fibrosos de la caña de azúcar y no de la miel, la que puede ser utilizada  en la alimentación humana y animal.

Para lograr este compuesto lo tradicional es utilizar la miel de la caña de azúcar,  en cambio el profesor González Suárez, quien dirige el grupo científico de “Estrategia y Tecnologías de Productos Químicos de Alto Valor Agregado de la UCLV”, ha  desarrollado una tecnología propia para la síntesis de este alcohol a partir del bagazo. Ello representa un beneficio económico porque permite utilizar los residuos mayores y aparentemente poco valiosos de la industria azucarera, en la fabricación de etanol sin que esto implique gastos superiores en cultivos,  en transportación de la materia prima, y aprovechar la logística de aseguramiento del propio proceso industrial.

Dicha investigación está llevándose a cabo en el Grupo Azucarero Empresarial de Las Tunas.  En este momento se trabaja en la adaptación de la tecnología a la utilización de la paja de caña y el aserrín a la producción.

Fundamentalmente la producción de etanol de caña de azúcar se hace en instalaciones paralelas a los centrales sin aprovechar en muchos casos las fuentes de energía y agua que allí se generan, lo que implica que no se logra un  aprovechamiento óptimo de los recursos.

“Tratamos de lograr la integración material energética entre la fábrica de azúcar y las destilerías de alcohol - ello permite disminuir los costos de producción, el impacto ambiental negativo y los consumos energéticos-  esto está siendo aplicado en la Empresa de Producción de Etanol de la provincia de Cienfuegos”, precisó el científico.

 Agrega además que  el grupo de investigación que dirige desarrolla paralelamente otras líneas relacionadas entre sí; como el diseño de una tecnología para la obtención de energía mediante celdas de combustibles a partir del hidrogeno -producido por reformado del etanol que logra una alta eficiencia energética, y una producción de agua pura -1,6  kilogramos o toneladas de agua por cada kilogramo o tonelada de agua consumida-, convirtiendo a estas instalaciones en productoras del preciado líquido.

“Teniendo siempre al etanol como producto líder a partir de  aprovechar los residuales –bagazo, paja de caña,  desechos agrícolas cercanos a las instalaciones industriales-, se obtiene  también una nueva fuentes de materias primas para otros productos, tales como tableros de bagazo, fulfural para medicamentos, xilitol, electricidad, agua, vapor, torula, polímeros, enzimas, lo que reduce importaciones y acrecienta la rentabilidad de los procesos productivos de la caña de azúcar, pero para ello ha sido necesario estudiar cómo reconvertir algunas instalaciones de la industria de la caña de azúcar en biorefinería”, señaló.

 De forma prospectiva estudian también las posibilidades de producción de algas en bahías o instalaciones asociadas a industrias de procesos químicos o de generación de energía que emitan grandes cantidades de C02.

“Estas algas serían fuente de productos químicos, ente otros biodiesel y etanol de lignocelulósico, así como asimilarían parte del C02 emitido a la atmósfera”, adelantó Erenio.

Todos estos estudios se realizan en estrecha colaboración con varios centros universitarios del país entre ellos: el ISPJAE, la Universidad de Matanzas, la Universidad de Camagüey, el Centro Universitario de Las Tunas, la Universidad de Cienfuegos, la Universidad de Oriente, así como el Instituto cubano de los Derivados de la Caña de Azúcar y empresas del MINAZ de Cienfuegos, Villa Clara y Las Tunas.

 

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