Obtienen especialistas villaclareños premios de la Academia de Ciencias de Cuba

 Los estudios aportan resultados de vital importancia para el desarrollo económico y social del país.

Por Lourdes Rey Veitia

Cuatro investigaciones de autores de la central provincia cubana de Villa Clara fueron premiados por la Academia de Ciencias de Cuba. La formación de microtubérculos de ñame en sistema de inmersión temporal como material vegetal de plantación, del doctor Manuel Cabrera Jova junto a especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) y del Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), figura entre los estudios galardonados. El mismo consiste en la formación de microtubérculos de ñame por métodos biotecnológicos para ser utilizados como material de propagación. De esta forma se logra por primera vez, tanto a nivel internacional como nacional, desarrollar esta tecnología en dicha especie. Con este sistema se incrementa la producción de semillas con los consiguientes ahorros de recursos y disminución de los costos. Otro lauro correspondió a Caracterización y evaluación cuantitativa de la actividad puzolánica de residuos agroindustriales calcinados, del doctor Ernesto Villar Cociña y un colectivo de autores de la Universidad Central de Las Villas (UCLV). Esta investigación desarrolla un modelo físico-matemático que identifica parámetros esenciales para caracterizar y evaluar residuos, en particular los de las industrias azucarera y papelera. Puede introducirse también en la del cemento. También del mismo centro docente fue premiado el trabajo La naturaleza de la aceleración de la expansión del Universo y formación de estructuras, dirigido por el doctor Yoelsy Leyva Nodal. El mismo versa sobre problemas y desafíos actuales de la Cosmología y la Astrofísica. En las ciencias sociales el lauro fue para Diccionario de bantuismos en el español de Cuba, de la doctora Gema Valdés Acosta y como coautora Myddri Leyva Escobar. Este es el primer texto lexicográfico en el área hispanoamericana que fundamenta la etimología de 263 vocablos de origen bantú que funcionan en el español de Cuba tanto en su reservorio religioso, así como en el coloquial. Este análisis lingüístico se integra de forma armónica al resto de estudios sobre nuestra identidad nacional.