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Crecer con la Memoria

Bloqueo a corazones que laten

Bloqueo a corazones que laten

 De no haber existido el bloqueo genocida que ha mantenido EEUU durante más de cinco década contra la Isla, el Cardiocentro villaclareño hubiese podido incrementar notablemente sus operaciones y sus tratamientos intervencionistas

Por Lourdes Rey Veitia

Los salones de cirugía del Cardiocentro Ernesto Guevara, ubicado en la central ciudad cubana, de Santa Clara, aunque espaciosos, parecen pequeños ante los equipos, medios de monitorización y soporte vital que hay dentro de ellos y también por la tensión que se genera cada vez que se atiende a un paciente. Esa atmósfera es cotidiana por varias razones. Una, aunque lógica, (a pesar del reconocido prestigio de sus profesionales), es la dinámica de la propia práctica quirúrgica, pero la más acuciante, por injusta, es la manera brutal en que incide, en este servicio de salud, el bloqueo que el gobierno de Estados Unidos mantiene contra Cuba. Sus especialistas aseguran que el bloqueo afecta a cada paso y en cada una de las áreas del centro. En ocasiones escasean las válvulas, los stenser, los marcapasos, los implementos, los instrumentos quirúrgicos... Hay que posponer operaciones porque no se cuenta con los reactivos adecuados ni con todos los medicamentos, por lo tanto los pacientes llegan más deteriorados al quirófano y entonces el tiempo de recuperación postoperatorio es mayor y los tratamientos son mucho más costosos. Es conocido también que esta prestigiosa institución de salud ha tenido que suspender sus actividades quirúrgicas por esas causas, además parte del equipamiento ha estado paralizado por no poder adquirir una simple pieza para restablecerlo, como los oxigenadores necesarios a la máquina de circulación extracorpórea, o las roturas en uno de los tomógrafos… Con frecuencia es imprescindible sustituir medicamentos y usar la inteligencia para crear protocolos de tratamientos con el objetivo de alargarle la vida a los pacientes en espera de encontrar, en cualquier lugar del mundo y a cualquier precio, siempre mucho más alto, lo que se necesita para un solo caso y tiene una sola causa: el bloqueo del gobierno estadounidense. Ese bloqueo tampoco permite acceder a la más actualizada bibliografía ni a los medicamentos de última generación ni a las técnicas más modernas. Según cálculos de no haber existido el bloqueo genocida que ha mantenido EEUU durante más de cinco década contra la Isla, el Cardiocentro villaclareño hubiese podido incrementar notablemente sus operaciones y sus tratamientos intervencionistas y con ellos haber mejorado la calidad de vida a miles de cubanos, y pudieran haber sido atendidos con los métodos más adelantados. No obstante la inteligencia de los galenos del Cardiocentro Ernesto Guevara, donde se realizan casi todos los procedimientos relacionados con la cirugía cardiovascular y vascular, la cardiología intervencionista y la electrofisiología, burla esas barreras que han pretendido, sin éxito, detener el desarrollo de esta especialidad. Específicamente en la cirugía cardiovascular se han ejecutado hasta la fecha aproximadamente 7mil intervenciones con una media de supervivencia quirúrgica del 95 %, mientras que en la cardiología intervencionista se realizan anualmente más de 1 300 estudios y cerca de 256 angioplastias y más de mil revascularizaciones periféricas con una permeabilidad que sobrepasa el 85% a los cinco años, datos comparables con cualquier institución de renombre en ámbito internacional. Esta institución de salud es la que más operaciones de este tipo realiza en el país y con la mayor supervivencia, atiende pacientes de las provincias de Ciego de Ávila, Camagüey, Sancti Spiritus, Cienfuegos y Villa Clara El Cardiocentro Ernesto Guevara además de prestar asistencia médica especializada de altísimo nivel, reconocida incluso en Latinoamérica, se destaca por su labor investigativa. Sobresalen estudios que miden la infección posterior a las operaciones, las que precisan cómo asumir los tratamientos de ocurrir ellas. Otros relacionados con protocolos para el ahorro de componentes de sangre, la creación de un dispositivo extractor de cuerpos extraños intravasculares, la cauterización en el tratamiento de la fibrilación auricular y la aplicación por primera vez en el país de una tecnología para medir el estado de conciencia durante la anestesia así como el uso de la cirugía coronaria a corazón latiendo y el tratamiento médico de los aneurismas. Estos resultados científicos han sido importantes para darle solución a las agobios motivados por el bloqueo, por ejemplo, varios dispositivos son desechables y se reutilizan luego de los procesos de esterilización diseñados por los especialistas, lo que ha propiciado también ahorros significativos al país al no tener que solicitarlos, además se redujo el consumo de sangre. Una intervención cardiovascular es altamente costosa, su precio está en correspondencia del rango de la institución que la ejecuta, el monto es tan alto que un simple estabilizador que fija el órgano y es facilitador del acto quirúrgico supera los mil dólares y son varios lo que pueden usarse, sofisticado el instrumental y los medicamentos tienen precios millonarios… En cambio en Cuba todo el proceso es absolutamente gratuito. Hace 25 años se crearon los tres cardiocentros de la Isla, todos de excelencia: el Willian Soler, en la capital cubana, el Ernesto Guevara, en el centro y el Saturnino Lora, en Santiago de Cuba, con ellos se extendió este servicio a lo largo del país y sus especialistas han aprendido a sortear dificultades, carencias y necesidades para que los cubanos continúen latiendo corazones. Al gobierno de Estados Unidos le toca entonces terminar con este mecanismo obsoleto que no tiene justificación y que para los cubanos ha sido inaceptable e inadmisible a pesar de que lo hemos soportado con dignidad durante más de cinco décadas burlándolo con inteligencia.

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