Benedicto XVI evoca al Padre Varela
En la Plaza de la Revolución, acondicionada para la eucaristía, y ante miles de cubanos y visitantes de otras naciones, el Papa Benedicto XVI ofreció esta mañana la Santa Misa, la segunda después de su llegada a Cuba el lunes último, en la cual evocó al presbítero Félix Varela.
“… el insigne sacerdote Félix Varela, educador y maestro, hijo ilustre de esta ciudad de La Habana, que ha pasado a la historia de Cuba como el primero que enseñó a pensar a su pueblo”.
“El Padre Varela nos presenta el camino para una verdadera transformación social: formar hombres virtuosos para forjar una nación digna y libre, ya que esta transformación dependerá de la vida espiritual del hombre”.
Benedicto XVI expresó sentir gran alegría por presidir esta Santa Misa en el corazón de este Año Jubilar dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre.
Saludó cordialmente al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, y le agradeció las palabras de cortesía que le ha dirigido en nombre de todos.
De igual manera, extendió el saludo a los “señores Cardenales, a mis hermanos Obispos de Cuba y de otros países que han querido participar en esta solemne celebración, a los sacerdotes, seminaristas, religiosos, a todos los fieles congregados, y a las autoridades cubanas”.
Subrayó que quienes actúan irracionalmente no pueden llegar a ser discípulos de Jesús. Fe y razón son necesarias y complementarias en la búsqueda de la verdad.
El Papa también expresó que Jesucristo “ayuda a derrotar nuestros egoísmos, a salir de nuestras ambiciones y a vencer lo que nos oprime. El que obra el mal, el que comete pecado, es esclavo del pecado y nunca alcanzará la libertad”.
Reconoció que Cuba ha dado pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe.
Benedicto XVI aseguró que el derecho a la libertad religiosa, tanto en su dimensión individual como comunitaria, manifiesta la unidad de la persona humana, que es ciudadano y creyente a la vez.
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