Villa Clara se distingue por su colegio flotante

El colegio flotante en el Lago Hanabanilla, tuvo también pioneros junto a las urnas y hasta allí llegaron los campesinos de la zona
Por Lourdes Rey Veitia
Vivir en la intrincada geografía del Escambray villaclareño, exactamente en la parte que bordea el Lago Hanabanilla, no fue un obstáculo para que sus habitantes ejercieran su derecho ciudadano. Los electores de la circunscripción 63 del municipio de Manicaragua lo hicieron, pero en un colegio flotante que transitó por todo el acuífero intramontano.
El barco que habitualmente traslada a los niños hacia la escuela y a los demás habitantes a hacer diligencias en la parte urbana, se convirtió este domingo en un colegio electoral sui géneris. Esta es una tradición, y las autoridades electorales, a tenor con lo dispuesto en las leyes, crearon las condiciones para que cada ciudadano con derecho al sufragio, eligiera a su representante al órgano local de gobierno.
Estaba habilitado con todos los requerimientos: la bandera ondeaba en lo alto de la embarcación que hacia un contraste único con el verde de las palmas, el escudo , las urnas y todo lo que se ha dispuesto en las demás instalaciones se encontraban allí, su comunicación fluyó hacia la ciudad y la montaña se veía más libre.
El colegio flotante en el Lago Hanabanilla, tuvo también pioneros junto a las urnas y hasta allí llegaron los campesinos de la zona para demostrar que este es un genuino proceso democrático y auténtico; “por esta verdad hay que matarnos, esta Revolución es lo más grande que le ha ocurrido al campesinado cubano. Antes del 59 nadie nos tenía en cuenta ahora este barco es como la proa de la esperanza, es el nuevo Granma en medio de la montaña diciéndole al mundo entero que somos un pueblo de gigantes”, me dijo orgulloso uno de los campesinos cuando terminaba de ejercer el sufragio.
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