Preludio de un desfile en Santa Clara
El pueblo de Santa Clara está listo para iniciar el desfile en la Plaza Comandante Ernesto Guevara de esta ciudad.
Por Lourdes Rey Veitia
Foto Liván Montiel Campos
Esta ha sido una madrugada distinta en Santa Clara, aunque la misma que se repite cada año que el almanaque marca la fecha del proletariado mundial.
Mientras me preparo para acudir a la Plaza del Che con mi hija miro desde mi balcón la ciudad. Desde lo alto veo la silueta de la estatua del Che en la Plaza que lleva su nombre y desde aquí también observo como se izan las banderas cubana y del 26 de Julio que presiden la Loma del Capiro. Desde un extremo de la ciudad el guerrillero con su paso al frente y su ametralladora en ristre espera al pueblo, en el otro las banderas escoltan a la multitud. Yo tengo el privilegio desde mi balcón de poder observar ambas imágenes.
Toda Santa Clara está iluminada y es que se durmió poco en espera del primer día del quinto mes del año, pues como es tradicional todos irán a celebrar la fecha junto al Che y con los estandartes de nuestras luchas.
El Che esta mañana ha sido confidente del murmullo constante de las últimas horas, ha seguido cómo el ir y venir de transeúntes aumenta mientras se acerca la hora señalada. Ha visto cómo en las calles se incrementa el ajetreo a medida que se concentra el personal en los puntos desde donde juntos maestros, abogados, la ama de casa, el combatiente, el obrero y el joven esperan para partir hacia llegar su Plaza. La de todos: ese lugar mágico que es espacio para la reafirmación de un pueblo en pos de sus triunfos.
Unos con pancartas, otros con banderas cubanas, rojas, azules, naranjas, flores. Aquel se distingue más porque tomó la foto del líder obrero Jesús Menéndez que custodiaba su oficina, ella la de Lázaro Peña, el otro la de José María Pérez los tres mártires revividos en su centenario.
Guevara -centinela de la ciudad- lo observa todo; las banderas desde “el Capiro” escoltan la madrugada. Pronto la multitud compacta pasará frente a la tribuna y el Che y las banderas estarán en todos; en el niño que en los hombros del padre agita una como símbolo del futuro que continúa, en los enamorados que no esconden su amor y se besan desinhibidos, en la sonrisa de una mujer, en la ternura de un anciano que tiene el record de participar en los más de 50 desfiles del primero de mayo convocados por la Revolución.
Es casi la hora prevista, el Che ha visto también salir el sol, siente las primeras canciones que se entonan, se escuchan los himnos de guerra. La Patria está en cada uno de los que acuden a la cita para rememora el día del proletariado mundial y desde el centro de la Isla hacer crecer el porvenir y luchar Hasta la Victoria Siempre.
0 comentarios