Mural al Che por el futuro

Mural al Che por el futuro
El mural de la Escuela Vocacional, de Santa Clara fue el primer monumento dedicado al Guerrillero Heroico en esta ciudad del centro de Cuba
Por Lourdes Rey Veitia
El mural al Che, en la Ciudad Escolar Comandante Ernesto Guevara, en Santa Clara, me produce siempre el mismo sentimiento de respeto. Inconcientemente me detengo ante él como lo hacia cuando estudiaba allí hace más de treinta años, y no puedo sustraerme al recuerdo de aquellos días en que se construían sus partes, se izaban sus piezas en orden y se colocaban en la pared central.
Todos mirábamos el acontecimiento y muchos se enorgullecían de haber participado incluso en la recolección de los materiales que lo conforman.
Por las tardes sembramos las jardineras que sustentan la enredadera que hoy lo colma y creíamos que sería imposible que se reprodujera hasta cubrir todo el espacio para convertirse en una selva, casi como lo es actualmente.
De aquellos días su creador, el artista plástico villaclareño Ramón Rodríguez Limonta Rodríguez Limonta recuerda: “La experiencia fue única. Los alumnos se involucraron en el trabajo grupal para la recolección de piedras de profirita y cuarzo triturado para componer las grandes piezas de colores verdes, blancos, ocres y grises. Todos querían colaborar inspirados en el ejemplo del hombre que perpetuarían en piedra”.
Ese mural al Che fue el primer monumento dedicado al Guerrillero Heroico en Santa Clara. Se concibió a partir de la foto tomada por Korda que le ha dado la vuelta al mundo y basándose en una idea martiana sobre Bolívar: “Hay hombres que puestos de frente al sol ni se deslumbrarían ni se desvanecerían por haber sido soles ellos mismos…”
En el diseño, al Che lo rodean flores silvestres, lo alumbran rayos de Sol y lo protegen fusiles en semicírculos. Al guerrillero lo cobija la enredadera que ha crecido hasta simular una selva, esa que fue la Sierra, en Cuba.
Más allá de los años el mural se mantiene nuevo, es una obra artística contemporánea por autentica e inspiradora de emociones diversas. Conmueve a pesar del tiempo. Ante él cada generación canta, enamora, estudia, ríe… Lo hace suyo, porque inmenso a la entrada del centro docente te recibe como quien da la bienvenida al futuro.
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